Unas 80 casas están inhabitables tras el aluvión en el río Taquiña
Autor/Fuente: lostiempos.com
Publicado: viernes febrero 28, 2020
Unas 80 casas quedaron inhabitables en el norte de Tiquipaya, sobre todo en la OTB Molle Molle Noroeste, como consecuencia del aluvión que afectó al municipio. Las familias piden, entre lágrimas, al Gobierno central la reubicación de sus viviendas.
Además, la mazamorra dañó los talleres de unas 15 microempresas, seis eran de costura de confección de poleras, las otras eran panaderías, carpinterías y ferreterías, que estaban en el lado este del río Taquiña.
“Tenemos el temor de que las columnas de la casa hayan sido dañadas con la mazamorra. El día del aluvión nosotros nos agarramos de los pilares, porque son más fuertes, y éstos temblaban, me imagino que era por la fuerza de las piedras que trajo. Nosotros ya no queremos vivir en esta zona”, dijo Arturo Cruz, uno de los damnificados.
La familia Cruz se dedica a la confección de poleras. Su casa es de tres pisos y sufrió por segunda vez la fuerza de un aluvión, la primera fue en febrero de 2018. Actualmente, la planta baja está cubierta con toneladas de lodo hasta una altura de al menos un metro que dejó la mazamorra.
En la avenida Circunvalación y 16 de Julio vivía la familia Aquino, que se dedicaba a la panadería. Ayer, los grupos de voluntarios retiraron todo el lodo que dejó el aluvión.
“Las columnas están dañadas, el plafón (techo de yeso) se cayó en todos los cuartos, las paredes están rajadas. Nosotros no sabemos qué vamos a hacer de aquí en adelante”, lamentó Yasilma Aquino.
El presidente de la OTB Molle Molle Noroeste, Cristóbal Burgos, señala que son más de 200 las casas que quedaron inhabitables después del segundo aluvión que cayó en la zona.
“La mazamorra llegó entre uno y dos metros de altura. Ingresó a los cuartos y salas de las viviendas acompañada de piedras y eso afectó los pilares. Los vecinos nos encontramos en las calles, sin nada”, dijo Burgos.
Los datos preliminares señalan que son al menos 300 las casas que fueron dañadas, 80 son consideradas “de magnitud”, según los datos de la Fuerza Aérea. Sin embargo, faltan reportes de Catastro de la Alcaldía de Tiquipaya para tener el dato preciso.
El deslave de 2018 afectó a 120 casas en la OTB Juventud Chilimarca, de las cuales 70 infraestructuras quedaron inhabitables. Aquel desastre cobró cinco vidas.
Operativo
El ministro de Defensa, Luis Fernando López, informó que se destinarán 3 mil efectivos premilitares más para las labores de limpieza en la zona del desastre en Tiquipaya, 1.500 estarán el sábado y 1.500, el domingo.
“Debemos estar tranquilos. Desde el punto de vista técnico, operativo y de seguridad, se están tomando las previsiones que corresponde”, remarcó López.
Recomiendan desalojo total. Técnicos del SAR-FAB recomiendan el desalojo total del Manzano 78, la zona más afectada por el alud en Tiquipaya.
AFECTADOS PIDEN CRÉDITO VIVIENDA
Los afectados por el deslave en Tiquipaya están dispuestos a endeudarse para tener una vivienda y recuperar sus microempresas. Piden que el Gobierno canalice políticas de crédito con un interés bajo o que indemnice a las familias afectadas.
“Sería bueno que nos den un crédito bancario con un interés bajo. Nosotros podemos pagar ese préstamo, no es necesario que nos regalen o nos den todo, sabemos trabajar”, dijo Arturo Cruz, uno de los damnificados en la OTB Molle Molle en Tiquipaya.
El ministro de Defensa, Luis Fernando López, señaló que los vecinos que tienen las casas más afectadas deben tomar decisiones y que la más sabia sería no volver a habitar aquellas viviendas, “porque lo primero son las vidas”.
DECLARACIONES
“Es el segundo aluvión que recibió la casa. Tenemos sospechas de que ya está mal estructuralmente. No es posible ya vivir aquí, en la época de lluvias no vamos a estar tranquilos”. Arturo Cruz. Afectado de aluvión.
“Hay varias casas totalmente destruidas. En el Manzano 78 sólo se salvaron tres, las demás han perdido toda su estructura. También hay varias microempresas que han desaparecido”. Cristobal Burgos. Presidente OTB Molle Molle.
“Mi casa ya está limpia, pero no está nada segura porque las paredes están rajadas, los fierros se están cayendo. Ya no podemos vivir aquí, nos da mucho miedo”. Yasilma Aquino. Afectada del aluvión.
