Ríos Pilcomayo y Bermejo no crecen pese a lluvias

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Publicado: viernes febrero 5, 2016

Pese a las intensas lluvias ocurridas hace algunos días y al anuncio de continuidad de las precipitaciones pluviales en el departamento, el caudal de los ríos Pilcomayo y Bermejo no incrementa, según informan autoridades de la Oficina Técnica Nacional de los Ríos Pilcomayo y Bermejo (OTN-PB).

El director de la OTN-PB, Pablo Canedo, dijo que los caudales de los ríos Pilcomayo y Bermejo se encuentran con valores barométricos y pluviométricos estables, es decir, que están dentro de su rango normal, pese a las lluvias caídas en pasados días, tras el anuncio de alerta roja emitido por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).

“El Pilcomayo no ha superado el punto cuatro, que es de alerta, más bien está rondando el nivel tres que es lo normal y, en su caso, el río Bermejo está también sobre el promedio que tenemos históricamente. El hecho de que hayan intensas lluvias, no necesariamente implica que se carguen los acuíferos en las cuencas, a veces llueve en el Valle pero en las cuencas altas no”, agregó. En este sentido, el jefe de la Unidad Técnica de la OTN-PB, Amilcar Heredia, explicó que los caudales de los ríos no crecen debido a diversas razones. Por un lado, el cambio climatológico provoca que las lluvias se retrasen. “Una vez que llueva lo suficiente, las cuencas y el mismo terreno se saturarán y se dará el llamado escurrimiento superficial de agua en las cuencas, que desembocará en los ríos”, señaló.

Por otro lado, según Heredia, el calentamiento que hubo en estos últimos días provocó una mayor evaporación, lo que hizo que los suelos permanezcan totalmente secos. Por lo tanto, se espera que cuando las lluvias se intensifiquen, los suelos empiecen a humedecerse, saturar y posteriormente escurrirse. “Estas lluvias son las primeras que se dan con esa intensidad, posteriormente las cuencas y suelos se saturarán para darse el escurrimiento superficial”, informó.

El director del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, Victor Carrillo, dijo que a partir del viernes pasado se tuvo bastante inestabilidad por las precipitaciones, pero esto no provocó grandes crecidas de los ríos.

“En el pasado fin de semana tuvimos una de las precipitaciones más importantes desde hace unos seis meses. Se han registrado 40 litros por metro cuadrado en la parte del Chaco hasta la zona alta de nuestro departamento, sin embargo, a pesar de ello no hubo crecidas importantes”, añadió.

Según el director del Senamhi, los niveles de altura del río Bermejo rondan los 3,32 metros, el río Grande de Tarija 2,46 metros, el río San Juan del Oro 1,46 metros y el río Tumusla 1,3 metros de altura. Se prevé que estos niveles irán en descenso en el transcurso de los días.

Las mediciones para el control de calidad del agua

 Según Heredia, hay cuatro campañas que se realizan al año, dos en temporada de lluvia y dos en época de estiaje. Hay diferentes estaciones a lo largo de los ríos, en los puntos fijos el operador mide la altura que tiene el nivel de río y en otros casos, el operador debe entrar con su equipo para realizar de forma directa la medición.

En el río Pilcomayo, en la región de Villa Montes, se realiza una medición generalmente diaria para prevenir cualquier situación de desastre. Se da una alerta a Argentina para que puedan tomar sus precauciones, salvaguardar sus bienes y su vida, ya que el vecino país es donde principalmente se sufre con las riadas.

Agregó que a través de las estaciones se puede hacer un control de la  calidad de agua que llega a Tarija.
“En la parte de Potosí, por el tema de la minería, hay cierta contaminación de los ríos por los minerales, pero esta situación va cambiando hasta llegar a Tarija ya que el agua se va filtrando y limpiando. En el lado boliviano se hace el control de unos 36 puntos con 44 parámetros que se mide, para verificar la calidad de agua”, refirió.

El director de la OTN-PB, aclaró que aunque la institución es boliviana, también deben estar atentos a lo que suceda en los otros países debido a que se trata de aguas transfronterizas.

“Nosotros trabajamos junto con el Senamhi y otras instituciones para activar diferentes mecanismos para que también los municipios de la Argentina y Paraguay puedan tomar las medidas correspondientes frente a un posible desastre natural. Por ejemplo, si tenemos una crecida en Villa Montes, del lado argentino, la primera población tiene 33 horas para prepararse a una eventual inundación”, agregó.

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