Autor/Fuente: eltribuno.com
Publicado: miércoles mayo 7, 2025
Millones de pesos quedaron en las localidades San José de Pocitos y Yacuiba, por parte de la gente que cruzó la frontera para realizar compras en el vecino país.
Si bien los que van de Argentina los fines de semana suelen ser muchos, esta vez superaron todo lo imaginable y los cientos de vehículos que llegaron a la frontera, hicieron recordar aquellos años de “el uno a uno” de los 90 cuando los tours de compras de todo el país llegaban a la frontera y se contaban por decenas.
Si bien esta vez no fueron grandes ómnibus, los vehículos familiares y camionetas que llegaban a Salvador Mazza no tenían lugar para estacionar. Aprovechando la demanda, quienes improvisan playas de vehículos que dan a la quebrada internacional, llevaron el estacionamiento de 500 a 1000 pesos argentinos por hora, tarifa que pagaron callados porque la diferencia la hicieron con compras en Bolivia.
Viernes y sábado el tiempo se mostró agradable con una que otra llovizna leve que lejos de ser impedimento, fue favorable para que los argentinos crucen a territorio boliviano y hagan sus compras.
Los restorán, comedores, copetines al paso y vendedores callejeros de comidas también estuvieron de parabienes con precios 3 o cuatro veces menores a cualquier par argentino.
“Yo comencé a venir el año pasado y el cambio estaba a 6, ahora está a más de 12 o sea que nuestra moneda vale el doble”. La explicación es de una mujer que compra ropa en Bolivia y vende en localidades de la provincia. Para calcular el monto que los argentinos realizan se divide el importe boliviano – por ejemplo $500 de esa moneda- por 12,50 con lo que se determina con exactitud cuanto dinero argentino corresponde a esa cifra, en ese caso unos $40 mil.
La otra enorme ventaja para el argentino es que el comerciante boliviano no especula con los precios porque entiende que la ganancia está en la cantidad y no en un solo producto. Por eso un par de botas cortas, modernas de una conocida marca brasilera y de muy buena calidad que costaban 300 bolivianos sigue costado lo mismo, es decir unos $24 mil argentinos, algo impensado para un comercio de nuestro país.
Seis repasadores a 30 pesos bolivianos -2.400 pesos argentinos-, zapatillas deportivas para niños a 120 bolivianos -menos de 10 mil pesos- y una enorme cantidad de productos compraron los argentinos que aprovecharon el único paso legal como es el puente internacional, como también los pasos clandestinos que se utilizan para traer gaseosas y electrodomésticos.
Se supone que con la puesta en vigencia del plan del Gobierno nacional Roca, que prevé el desplazamiento de efectivos de las Fuerzas Armadas para controlar el límite entre los dos países, los controles para los compradores y el bagayeo en general podría restringirse.
Pero los conocedores saben que eso será solo por unos pocos días y que si la moneda boliviana se sigue devaluando, regresarán los tiempos del uno a uno cuando Yacuiba y San José de Pocitos gracias a la impresionante inversión que por años hicieron los argentinos, se convirtieron en grandes ciudades.