Autor/Fuente: eldeber.com.bo
Publicado: martes febrero 4, 2020
No hubo misterios, pero sí sorpresas. Lejos de la unidad pedida por la población, ocho binomios competirán por la Presidencia el 3 de mayo. Jeanine Áñez quiere ampliar a cinco años su cargo de transición acompañada de Samuel Doria Medina en la alianza Juntos; Luis Arce y David Choquehuanca buscan devolver el poder al MAS, Tuto Quiroga y Tomasa Yarhui van por una segunda oportunidad como binomio a través de Libre 21; Carlos Mesa y Gustavo Pedraza buscan recuperar sus más de dos millones de votos de octubre con Comunidad Ciudadana; Luis Fernando Camacho y Marco Pumari intentan convertir en voto su liderazgo en la revolución de las pititas con Creemos; Pan-Bol lo vuelve a intentar en una alianza minero-policial con Feliciano Mamani y Ruth Nina; Chi Hyun Chung aparece con Frente Para la Victoria y acompañado de Leopoldo Chui, pero en las listas del TSE está anotada Jasmine Barrientos. “Hubo unos problemas con los papeles de Jasmine, por eso presentamos los de Chui”, dijo el coreano nacionalizado boliviano.
Barrientos estaba anotada en la lista oficial del TSE y se encontraba en las oficinas de la plaza Abaroa. Chi ya tuvo problemas con su vicepresidenta en las elecciones de octubre. ADN tiene el mismo problema, su presidenciable es Ismael Schabib, que compareció ante los medios con Remberto Siles, pero en las listas del TSE aparece junto Simeón Jaliri.
El único que se bajó de la contienda fue Félix Patzi, gobernador de La Paz, que desistió de participar tras la poca votación que obtuvo durante octubre.
El regreso de ADN, ausente de la papeleta electoral desde que Ronald McClean lo representara en 2002, fue la principal novedad de la jornada. “No me digan que no disperse el voto, porque pueden tener la seguridad que desde dentro del sistema político siempre estaré atento para evitar que vuelva la narco dictadura masista, predispuesto para hacer cualquier renuncia por el país, si fuera necesario, como lo hacía el general Hugo Banzer Suárez; no seré un factor de disociación de la sociedad boliviana y del voto, al contrario, trataré de ser un factor de unión”, prometía Shabib desde su cuenta de Facebook.
Con solo ver la lista de binomios, se pueden ver divorcios, situaciones irresueltas y reconciliaciones. Por ejemplo, el de PAN-Bol es un divorcio en relación a octubre. Ruth Nina era presidenciable y ahora ha descendido un escalón. Chui pasó de tener una relación difícil con Nina (no lo quiso inscribir como vicepresidenciable) a una situción incierta con Chi, ante la duplicidad de nombres.
En el rango de las reconciliaciones está Comunidad Ciudadana, que tuvo su binomio en veremos en las últimas semanas, pero finalmente ratificó a Pedraza. Algo de eso también saben Camacho y Pumari, que tuvieron sus idas y vueltas entre noviembre y diciembre del año pasado, así como Doria Medina, que pasó de romper su alianza con Demócratas el año pasado y criticar la candidatura de Áñez la semana pasada, a recomponer su relación con Demócratas y ser el acompañante de fórmula de la presidenta.
La fidelidad partidaria tampoco es una seña de indentidad de la papeleta electoral de mayo. Por ejemplo, Tuto fue vicepresidente por ADN, fundó Podemos, candidateó por PDC y ahora va en alianza con el MNR. Chi pasó de PDC a FPV en cuatro meses y Demócratas, que fue UD en 2014, cambió el nombre de su alianza de Bolivia Dice No a Juntos.
Poca militancia
La plaza Abaroa y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) vivieron un escenario muy diferente a la inscripción del año pasado. La presencia de militantes del MAS fue notoriamente menor.
Las oficinas del ente electoral abrieron a las 8:00 como estaba previsto, pero la presencia de militantes o de partidos era nula.
La policía no tuvo que desplegar ningún tipo de dispositivo para contenerlos. De hecho, recién a las 15:00 llegó un pequeño grupo del colectivo Protagonistas, quienes reclamaban por el cumplimiento de paridad de género.
Dos funcionarios de la oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas también se hicieron presentes para observar la presentación de los candidatos.
Poco después, un grupo de unas 20 personas desplegó un cartel que rezaba Resistencia y los muchachos empezaron a cantar estribillos contra el MAS.
Fue precisamente este partido el que llegó masivamente hasta el TSE, con sus dos candidatos encabezando la columna. Ahí, la Resistencia prefirió guardar silencio, primero y retirarse, después.
“Tenemos el pueblo de nuestro lado. Somos la única opción política que representa los intereses de los más humildes”, dijo Arce. Dentro de la lista que llevaba estaba el nombre de Evo Morales como candidato a primer senador por Cochabamba, lo que relegó a su ‘delfín’, Andrónico Rodríguez, a una tercera senaturía.
Las listas del MAS revelaron la ‘venganza’ de los orgánicos por el cambio del binomio desde Buenos Aires: desaparecieron los invitados de clase media, Adriana Salvatierra fue ‘degradada’ de la primera diputación plurinominal a la quinta y dominan los nombres de representantes de sindicatos y federaciones. El cambio más notorio fue el de Rolando Cuéllar, que pasó de expulsado a primer pluri suplente por Santa Cruz.
Listas y tendencias
No todos los binomios llegaron al TSE. Sí lo hizo Chi y Chui, con Jazmín Barrientos, la nieta del expresidente, que vio que ya no estaba en los planes de FPV. No hubo tanto problema en el enroque de roles de Pan-Bol, ya que Mamani originalmente era vicepresidenciable de Nina.
Por Comunidad Ciudadana acudió Carlos Alarcón, que aseguró que si bien han salido varios aliados de la fórmula, otros han ingresado, como los tarijeños de Gente. Ahí está la principal novedad de su fórmula, la participación de Rodrigo Paz Pereira, alcalde chapaco, como primer candidato a senador por el departamento sureño.
El resto han sido fugas. Por ejemplo, en Juntos, aparece Edwin Hererra como segundo senador por La Paz. A ellos se suman varios candidatos a ‘pluris’ en Santa Cruz. Sin embargo, Alarcón destacó que el 99% de sus postulantes nunca hicieron política.
El resto de los presidenciables no se acercó a la plaza Abaroa y se limitaron a inscribir sus listas digitalmente y enviar a algún delegado con su documentación.
De estas listas se puede ver que Creemos ha rescatado a algunos exparlamentarios, como Centa Rek, que va como primera senadora por Santa Cruz; lleva a representantes ‘provida’, como Gaby Peña o a representantes de Resistencia Cochala, como Milena Soto. Quizá las candidaturas más ‘sonadas’ del binomio Camacho-Pumari sean las de Roxana Lizárraga, hasta la semana pasada ministra de Comunicación de Jeanine Áñez, que va como primera ‘pluri’ por La Paz; Mario Cossío, exgobernador de Tarija que busca una senaduría, y Hugo Alfredo Banzer Donoso, hijo del general Banzer, que ingresa a la política como candidato supraestatal.
En Juntos, hay una combinación entre mantener a algunos que fueron candidatos por Bolivia Dice No, como Tomás Monasterio o Gonzalo Barrientos (dirigentes de Santa Cruz y Potosí), dan la posibilidad de mantener su curul a Shirley Franco, que es diputada y fue vicepresidenciable de Óscar Ortiz, e incluyen a otras diputadas ‘olvidadas’ en el anterior proceso eleccionario, como Rose Marie Sandoval.
El final de la jornada estuvo marcado por una torrencial lluvia que enfrió más el ambiente en la plaza Abaroa. Pese a ella, los representantes de partidos -Óscar Ortiz, por Juntos, Roxana Lizárraga, por Creemos- llegaban al TSE con varias cajas a cuestas. En ellas estaban la documentación de hasta 350 aspirantes a autoridades.