Ismael Quiroga, 39 años dedicados al Ingenio Azucarero de Bermejo
Autor/Fuente: elpais.bo
Publicado: sábado agosto 24, 2019
Por la década de los cincuenta era difícil advertir los cambios que vendrían para Tarija y en especial para el pequeño triángulo, en el extremo sur de Bolivia, que hacía de frontera con Argentina. Ese territorio, por esa época casi inhabitado, se llegaría a convertir con el tiempo en uno de los principales polos de desarrollo del departamento.
En 1950, Víctor Paz Estensoro ofrece la instalación de un ingenio azucarero. El 18 de noviembre de 1960 se aprueba la ley Nº 33 que dispone la instalación de la fábrica. Pasaron cerca de seis años hasta que el proyecto empezó a tomar forma, el 5 de mayo de 1966 inician las obras civiles y el montaje de la factoría. Finalmente, el 19 de julio de 1968 se inicia la primera zafra azucarera.
“Bermejo en esa época apenas era el mercado central y la plaza principal, lo demás eran cañaverales, quintas, huertos, no había ciudad, al menos no como la conocemos ahora”, nos dice Ismael Quiroga, que hace diez años se jubiló del ingenio azucarero Stephen Leigh hoy conocido como IABSA (Industrias Agrícolas de Bermejo S.A.)
“La fábrica que se instaló en aquellos años no estaba destinada a Bermejo, era una estructura tremendamente reforzada, me parece que estaba destinada a otro país donde habían frecuentes terremotos, pero luego el Gobierno boliviano hizo las tratativas y finalmente lo instalaron en Bermejo, la fábrica llegó semiarmada”, nos cuenta como remontándose nuevamente a esa época, Quiroga, de 69 años, que le dedicó 39 años de su vida a la factoría azucarera.
El ingenio creó cientos de fuentes de empleo y centenares de trabajadores llegaron principalmente de las provincias tarijeñas buscando una fuente de trabajo.
“Nos fuimos a Bermejo porque nos afectó la peste de las vacas, la rabia, no dejó casi nada, entonces mi papá vendió lo quedaba del ganado y nos fuimos. Mi hermano mayor Saúl ya trabajaba en los pozos petroleros –comenta Quiroga- desde la década de los 50. Allá fue empezar de nuevo, mi padre arrendó terrenos y se dedicó al cultivo de la caña de azúcar”
Ismael nos cuenta que inicialmente se creó el ingenio Stephen Leigh, y luego decidieron ampliar la capacidad de producción de la fábrica y decidieron la compra de un trapiche, pero luego acabaron comprando un segundo ingenio, el Moto Méndez, que es el que trabaja en la actualidad, del primero sólo funciona el trapiche.
“Yo fui pensando en estudiar, pero luego me tocó ayudar a mi padre, unos años después de vivir en Bermejo mi padre enfermó gravemente y falleció, por lo que tuve que dejar mi sueño de estudiar, y me dediqué a trabajar para mantener a mi madre y a mis hermanos menores. En 1971 comencé a trabajar en el ingenio, primero como peón en molienda, pero pronto me cambiaron al sector de mecánica, y comencé como lubricador. Este trabajo me permitió conocer el funcionamiento de todas las máquinas del ingenio, la lubricación es una parte muy importante, de ello depende el buen funcionamiento de la fábrica y que el trabajo no se detenga”, dice Ismael, que se anima cuando habla de esos años de trabajo en la factoría.
Ismael se alista para un viaje a Bermejo, cuando se jubiló, decidió que quería salir de la ciudad y llevar una vida más natural, por lo que compró una finca en El Cabildo y en un abrir y cerrar de ojos construyó su casa, plantó árboles, adquirió todo tipo de animales vacas, caballos, chanchos, gansos, patos, gallinas y hasta peces, ahora el trabajo del campo ocupa sus días. Va y viene con la maleta casi lista, finalmente se sienta y continúa contando.
“Los primeros años el trabajo en el ingenio fueron duros, las máquinas funcionaban manualmente y teníamos que estar las ocho horas que duran los turnos, dentro de las salas de máquinas operando manualmente, el calor era insoportable, luego cuando instalaron el ingenio Moto Méndez, que era automatizado, el proceso de producción se hizo más fácil. Los trabajadores fueron siempre muy ‘inquietos’, buscamos mejorar el funcionamiento del ingenio, actualizando la tecnología y los procesos”.
Quiroga comenta que por ejemplo se desarrollo la producción de bioabono con la ayuda de ingenieros cubanos, que ese abono extraído de lo que queda de la caña triturada es entregado “casi regalado” al productor cañero, y que su uso permitió la recuperación de grandes extensiones de tierra que había quedado casi sin uso. Nos cuenta que la caña no sobra, que el ingenio tiene la capacidad necesaria de moler todo la caña que hay en Bermejo, pero que los zafreros se van antes de cortar toda la caña y el ingenio debe acabar la zafra por falta de materia prima.
“El ingenio muele 160 toneladas de caña por hora, el ingenio ha funcionado siempre de forma optima, sólo para cuando no hay caña para moler, en cada zafra a veces para una o cuatro o cinco veces por falta de materia prima. La caña a veces se queda porque los zafreros retornan a sus lugares antes de que se agote la caña de los cañaverales. La capacidad de molienda del ingenio ahora es enorme, no trabaja a su máxima capacidad”, asegura.
Ismael ha dedicado prácticamente su vida al trabajo en la fábrica, terminó siendo el jefe del área mecánica, pero confiesa que le gustaba más su trabajo con las máquinas. Dirigir a la gente es algo que no le gustó hacer, hubo ocasiones en que tuvo que ir personalmente a reparar las máquinas porque los subordinados a veces no podían.
Pese a haber dejado Bermejo, Ismael recibe continuamente la visita de sus amigos, compañeros de trabajo y familiares que llegan continuamente a su casa que los espera con las puertas abiertas, característica propia de este trabajador cuya generosidad es conocida por la mayoría de los trabajadores del ingenio.
Bermejo tiene poco que celebrar
El municipio de Bermejo conmemora su aniversario 97 este 24 de agosto con varias necesidades básicas irresueltas, a pesar de ser el lugar en el que inició la era hidrocarburífera de Bolivia, que es en la actualidad el sector principal que mueve a la economía de todo el país.
La ciudad de Bermejo fue fundada un 24 de agosto de 1922, fecha en la que surge la extracción de las primeras gotas de petróleo del pozo Bermejo X2.
Sin embargo, antes el aniversario era el 7 de diciembre, pero las instituciones cívicas, autoridades e historiadores realizaron las gestiones ante el Gobierno para lograr una modificación de fechas que genera aún debate.
La realidad actual del municipio es difícil. Se registran constantes cortes de energía eléctrica que generan cortes de agua, y su principal industria que gira en torno a la zafra, cada año tiene problemas que generan pérdidas económicas. En cuanto a salud existen muchas carencias, y se conoce que tampoco hay oportunidad laboral, por ello la mayoría de la gente se dedica al comercio.
De la gloria del pasado de IABSA queda muy poco
IABSA ha venido teniendo dificultades desde hace más de una década, al comienzo por la falta de acuerdos entre cañeros y trabajadores que perjudicaban la zafra, luego las malas administraciones, y ahora dificultades en la reparación de la maquinaria, no permiten que el ingenio trabaje con normalidad.
Esta crisis en el sector industrial de Bermejo ha afectado no solo a los trabajadores, sino ha ocasionado un bajón en la economía del triángulo sud del departamento, ya que la factoría y el comercio son los principales ingresos de Bermejo, y antes los hidrocarburos.
A esto se suma la crisis económica de la Argentina que ha afectado la compra de productos de ciudadanos argentinos en la frontera.
La zafra 2019 en Bermejo no inició. Según la última información que tuvo este medio de comunicación, el sector industrial está en reparación de la maquinaria, por lo que se prevé que la molienda de caña inicie a finales de agosto de la presente gestión. Por el retraso, los cañeros estiman que solo molerán el 50 por ciento de la materia prima establecida en contrato. Se calcula que las 400.000 toneladas de materia prima que se produjeron en 2019 son equivalentes a 78.000.000 de bolivianos.
El sector cañero viene solicitando la creación de un segundo ingenio azucarero en Bermejo, ante los problemas que atraviesan cada gestión por la falta de procesamiento total de la caña de azúcar, en el ingenio azucarero, que en las últimas gestiones ha reducido a la mitad la producción de azúcar en los últimos años en relación a 1999, y deja mucha caña de azúcar en el campo que se desperdicia con el consiguiente perjuicio para los cañeros.
El Complejo Industrial de la Caña de Azúcar S.A. (CICASA) prevé la firma de un contrato con la empresa Justin Sugar Brazil, para financiar una planta de azúcar y alcohol en Bermejo, pero los cañeros deberán garantizar la inversión que realizará la empresa extranjera con sus viviendas.
La problemática de los cañeros es un tema bastante complejo de desatar. Cada gestión, la zafra se paraliza, se atrasa, los cañeros realizan manifestaciones, piden a Industrias Agrícolas de Bermejo S.A. (IABSA) que desembolse los recursos para pagar los salarios que llevan meses de retraso, y los administradores de la empresa explican que a pesar de las problemáticas intentan dar solución y satisfacer las necesidades de sus trabajadores.
Los cañeros presentaron una propuesta al Gobierno nacional a principios del 2007 para exportar caña de azúcar a Argentina. Este contrato duró alrededor de cuatro años, hasta el 2010. El presidente de la Federación de Cañeros del Sur (Fecasur), Rodolfo Garzón, explicó que, debido a la caída de la moneda en el país vecino, los compradores de la caña ya no pudieron continuar con el contrato.
El 2010, los cañeros buscaron financiamiento para la creación de una planta de azúcar que sea propiedad de CICASA, pero las empresas con las que se contactaron pedían una contraparte que ellos no podían cubrir. El costo de la planta más económica que consiguieron fue de 30.000.000 de dólares.
La empresa brasileña, Justin Sugar Brazil, les ofreció un trato. Los cañeros transfirieron el título de propiedad de sus viviendas a CICASA para que la empresa les proporcione el financiamiento para la planta de azúcar y alcohol.
