El billete k’asa: “Para mí lo más importante es vender”

Autor/Fuente: lostiempos.com

Publicado: lunes mayo 14, 2018

En el mercado más grande de Cochabamba está el puesto de jabones y detergentes de Hernán Atora Mamani, uno de los últimos “billete k’asa” o vendedor conocido por recibir billetes viejos.

Su historia comenzó hace 25 años, cuando dejó su natal Sabaya, en Oruro, para venirse a Cochabamba.

“Hace años había muchos que recogían billetes viejos y los cambiaban en el Banco del Estado, que ahora es un museo frente al Nacional. En ahí hacían fila para cambiar los billetes”, recordó.

En esa época, el “billete k’asa”, como dice que lo conocen todos en Cochabamba, viajaba hasta La Paz para cambiar más rápido el dinero. “Allá sufría una pena”, dijo. Tenía que hacer fila y sólo le canjeaban hasta 300 bolivianos. En procura de renovar sus billetes buscaba ayudantes, pero cuando la seguridad del banco se daba cuenta los retiraban de la fila. Al final tuvo que buscar un amigo policía para que haga el trueque sin inconvenientes.

Después de 20 años, la situación es distinta: hay pocos “billete k’asa” y todos los bancos hacen el cambio,siempre que hayan las dos firmas.

“Aquí me entregan todo tipo de billete: quemados, comido por el perro, comido con loro, comido con oveja. Yo los recibo pero, siempre y cuando, las dos firmas estén cabalitas. Eso es lo que me dicen allá en el banco”, explicó.

La gente llega al puesto de Hernán Atora a cada instante, compra jabón y otros detergentes con sus billetes viejos, rotos o colados. Los compradores prefieren llevarse los artículos de limpieza antes que perder sus 10 o 20 bolivianos, porque nadie más les recibe un billete en mal estado.

“En este tiempo la gente ya no quiere recibir billetes rotitos, coladitos”, explicó. Siguió: “Yo les doy en producto. En esto la ganancia es lo siguiente: Nadie agarra billetes colados y para mí la cosa es vender, eso es lo que quiere la gente. Yo tengo que fijarme que esté la serie del billete y me recibo, así de facilito, listo, es sencillo”.

Sin embargo, “yo no puedo recibir el precio normal, doy tres bolsas de detergente en 10 bolivianos. Ahí está mi ganancia, de cada tres bolsas ganó cuatro pesitos tratándose de esta clase de billete que nadie va agarrar y yo aquí sin problema. El precio normal es de dos pesitos”.

Más de una vez, el “billete k’asa” ha cuestionado a otros comerciantes que no reciben los billetes viejos. “Me dicen que no tienen tiempo para ir al banco y hacer fila; yo, les digo: No tienes hijos, ellos que vayan. Yo trabajo así con todos mis hijos”.

Aunque la fama del “billete k’asa” ha traspasado los límites de Cochabamba y ha ido hasta La Paz para salir en la televisión, el día a día de este vendedor es sencillo, como su puesto decorado con monedas en desuso.

TRÓPICO

Hay los que aún entierran su dinero

El “billete k’asa” también es solicitado por gente del trópico, que tiene la costumbre de enterar el dinero y que luego no sabe qué hacer con los billetes en mal estado. “Allá la hormiga se lo come, hartito traen, miles y entonces aquí cambiamos”, dijo.

Una vez le trajeron 20 mil bolivianos. “En esos casos de monto alto no llevan producto se lo doy en dinero, pero entrando de acuerdo. De 20 mil doy 12 o 13 mil nuevos. Se van tranquilitos, contentos, en vez de estar perdiendo. Y esa es mi ganancia también”, comentó.

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