Críticas. Extranjeros a cargo de la planta de urea ganan entre Bs 103 mil y 250 mil

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Publicado: lunes enero 17, 2022

A las denuncias de paralización de la planta de amoniaco y urea (PAU), se suman las críticas a los altos salarios de su personal especializado extranjero. En 2021, año de reactivación de la planta, se destinó cada mes 1,8 millones de bolivianos para pagar salarios a 51 funcionarios, entre los que se encuentran ciudadanos venezolanos e hindúes, cuatro de ellos con salarios que van desde 103 mil a 250 mil bolivianos al mes.

Así lo refleja el reporte YPFBR-DAL/SAL-9-CE/2021, emitido por YPFB Refinación a la Fiscalía Especializada en Anticorrupción, al que accedió Los Tiempos.

El informe señala, además, que en 2019 la planilla de sueldos ascendía 1,3 millones bolivianos por mes para 38 funcionarios especializados. De este grupo, tres percibían salarios de 103.645 bolivianos y uno, 231.000.

En 2020 se continuó pagando salarios a 27 funcionarios erogando cada mes 733 mil bolivianos.

Según el mencionado documento, el salario de 250.392 bolivianos corresponde a un hindú que tiene el cargo de jefe de planta A&U. El jefe coordinador de planta de servicios auxiliares tiene un salario de 103.645 bolivianos; el mismo monto percibe el coordinador de la planta de urea. Todos son hindúes. El resto del personal percibe entre 26 mil y 37 mil.

Un experto en petroquímica que pidió mantener su identidad en reserva afirmó que esto no debería ser así, puesto que YPFB tenía previsto trabajar en transferencia de tecnología para que el personal boliviano se haga cargo de todo el manejo de la PAU. Mencionó que YPFB destinó más de 100 mil dólares para capacitar a 33 profesionales junior, pero a la fecha el 90 por ciento de este grupo de profesionales fue retirado.

“Este personal está en desmedro del personal boliviano. Se les paga mucho dinero, en su país no se les pagaría ni la mitad, pero el personal boliviano con años de experiencia no gana más de 18 mil bolivianos.

Debería haber un plan de capacitación para que los extranjeros se vayan, ellos no deberían pasar más de dos años en la planta”, dijo.

Otra fuente allegada a la planta de urea reveló que el jefe de toda la planta es un hindú que gana 70 mil dólares, pero este mismo funcionario ganaba sólo 10 mil dólares cuando Samsung construía la planta. Al entrar la planta en funcionamiento, YPFB lo contrató y le pagó 12 mil dólares, luego 23 mil; actualmente desconoce por qué se le paga 70 mil dólares.

Añadió que en la planta hay además 75 venezolanos que ganan 10 mil dólares al mes, pero en 2018 ganaban sólo 3.500. Denunció que los venezolanos no son personal capacitado y sólo tendrían el grado de bachilleres.

“Hay que pagar bien a personal capacitado; lo que me extraña es que siga habiendo venezolanos e hindúes. Hemos creado una planta para pagar muy bien sólo al personal extranjero; no debería ser así si se mandó a capacitar a la gente. Qué habrá detrás de todo esto”, dijo el analista y exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos.

En septiembre de 2021 se denunció que YPFB desplazó a personal boliviano de la planta de urea e incrementó la contratación de extranjeros. Sin embargo, en esa ocasión la estatal petrolera señaló que estos profesionales eran de alto nivel y tecnólogos que fueron contratados para reparar los equipos dañados.

No obstante, algunos sólo eran técnicos con grado medio y superior, según consta en sus hojas de vida a las que accedió El Deber. Todos ganan entre 56.355 y 85.688 bolivianos, que es el doble y hasta triple con relación al salario que percibe un profesional boliviano.

Tras haber estado paralizada, la PAU reinició operaciones el 6 de septiembre de 2021, pero hasta diciembre de ese año se paralizó al menos siete veces por fallas técnicas (en turbinas, compresores válvulas y otros).

El último paro se presentó el 28 de diciembre, mismo que, a la fecha, no habría sido resuelto. Esta situación, según mencionadas fuentes allegadas a la planta, genera preocupación porque han transcurrido tres semanas sin producir urea, lo que causa un daño económico y pérdida de mercados de exportación.

Según dichos expertos, este paro causó un daño económico de más de 16 millones de dólares por la paralización en la producción por tres semanas; a eso se suma que YPFB debe erogar 1,8 millones de bolivianos para pagar los elevados salarios al personal especializado.

La estatal petrolera informó que en el último trimestre de 2021 las ventas del fertilizante alcanzaron los 51,60 millones de dólares, con una producción de 86.509 toneladas.

Datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) señalan que la exportación de urea granulada entre enero y noviembre de 2021 fue de 8 millones de dólares; entre enero y noviembre de 2020, el año de paralización, se exportaron 6,9 millones.

DIFERENTES OPINIONES

Se debe poner gente que sepa del manejo de la planta, técnicos preparados con experiencia que operen de manera responsable. Hay gente inexperta”

Hugo del Granado

Analista en hidrocarburos

Una de las consecuencias de tanto paro es que se dañan otros equipos. Estas plantas no están diseñadas para parar constantemente”

Álvaro Ríos

Analista en hidrocarburos

Lo último que debe hacer la planta es estar sin producir. Algunos paros son imprevistos, otros por fallas administrativas. Cada uno debe ser analizado y resuelto”

Francesco Zaratti

Experto en política energética

Las constantes fallas se deben al diseño de la planta de urea, que no cumplió con una tecnológica competente y, por otro lado, es el tema de los recursos humanos”

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