Argentina: Los salteños compran lo esencial, ya no se dan “gustos” y pagan con tarjeta

Autor/Fuente: eltribuno.com

Publicado: martes noviembre 5, 2024

Dejaron atrás las primeras marcas y optan por segundas y terceras. Además, compran por unidad y suelto. Abonan con transferencia del 1 al 15 y les cuesta llegar a fin de mes.

Los salteños compran lo esencial en los negocios de los barrios. Dejaron atrás los “gustitos”, pagan con transferencias, los primeros días, luego tarjeta y les cuesta “llegar a fin de mes”, según un relevamiento efectuado por El Tribuno en comercios de diferentes barriadas de la capital salteña.

“La gente dejó de lado los gustitos, compra lo esencial: fideos, arroz, atún en lata, leche, queso, papel higiénico, shampoo y solamente ves movimiento, flujo de clientes que viene a hacer una compra general y la paga con transferencia o débito después de cobrar el sueldo, entre el 1 y el 15 de cada mes, porque del 15 al 30 todos andan rasguñando. Me cuentan que no llegan a fin de mes y por eso usan la tarjeta de crédito”, contó Marisol López, propietaria de un negocio de comestibles ubicado en el barrio Juan Pablo II, en la zona sur de la capital salteña.

Añadió que los clientes dejaron atrás las primeras marcas y optan por segundas y terceras. Además, compran por unidad. “Si antes se llevaban un jabón líquido Skip o Ariel de tres litros, ahora llevan el Limzul, el más pequeño, no es que bajaron a un Ala y lo mismo pasa con las escobas, los haraganes. O si antes llevaban cinco paquetes de un producto, ahora solo llevan uno“, precisó.

Las ofertas y promociones son muy ansiadas. “La gente pide ofertas y las espera. Buscan promos. Se llevan la lavandina, el detergente más económico. Hay gente que vive sola y compra el sachet”, dijo.

Sostuvo que es notoria la baja en las ventas, que no ve una reactivación y que los precios siguen subiendo. “Veo en el noticiero que bajó la inflación; sin embargo, las listas de precios que llegan acá vienen con subas. Ahora, por ejemplo, subió la gaseosa de primera marca y por detrás las demás”, señaló.

Marisol contó que antes, varios clientes que llegaban a su negocio le compraban chocolates, alguna bebida y todo de primeras marcas, pero ahora ya no. “La gente se llevaba bombones Ferrero, galletitas de chocolate Rumba y ahora me compran un chocolatín del más barato, obleas de las más económicas. Las primeras marcas son caras, no bajan nunca el precio y la gente no las está comprando”, precisó.

En el caso de los productos de higiene personal, refirió que “antes venían chicas a llevar varios productos para mantener el cabello y ahora me piden un solo para cuidarse un poco nada más y me cuentan que cuidan cada gotita y estiran el producto al máximo”.

Son varios los clientes que piden fiado. “Les daba pero después me costaba que me paguen así que los fui retirando de a poco. Por ejemplo, conozco una chica que tiene buen sueldo, pero por problemas personales no me pudo pagar. Ahora solo tengo cuatro clientes morosos”, dijo.

Y contó que antes mantenía el precio del producto cuando fiaba pero ahora, con la inflación no. “No puedo jugar tanto con los precios porque a principio de mes el producto tiene un valor, pero a fin de mes tiene otro más alto y a la hora del recambio que tengo de mercadería, me doy con las subas, entonces si te llevás un shampoo Sedal, te lo anoto; pero cuando volvés a pagarme te cobro el precio actualizado porque sino pierdo”, puntualizó.

También hay clientes que no llegan a pagarle toda la cuenta en el momento. “Muchos vienen y compran mercadería por cinco mil pesos, pero te dicen que tienen solamente 3.500 y que te van a traer lo que falta más tarde o al otro día entonces les doy las cosas, los anoto y después me traen. La mayoría cumple”, mencionó.

Suelto

Tatiana Farías es propietaria de un negocio ubicado en el barrio Aráoz y contó que las ventas están muy bajas. “La gente busca sueltos, te pide que le hagas precio. Muchos me piden fiado, pero no doy porque siempre tuve malas experiencias. Usan muchísimo la transferencia y el débito para pagar.

En tanto, Miguel Carrizo, quien trabaja en un drugstore 24 horas ubicado en el barrio Intersindical, expresó que “no hay reactivación. Los precios no bajan. Las cosas siguen subiendo. La gente consume menos. Las ventas bajan. Cuesta sostener un negocio. En mi kiosco veo que circulan menos billetes. La gente sobrevive como puede, compra lo necesario para el día a día. La inflación se come las ganancias, todo”.

Las ventas en los súpers se desplomaron

Según estadísticas del Indec, en agosto la facturación en los supermercados de Salta creció un 164,7 por ciento en relación a igual mes del año pasado, pero en el mismo periodo la inflación en la región del NOA que integra la provincia llegó al 227 por ciento, interanual, entre agosto de 2023 y agosto de 2024. Esto significa que en el periodo analizado las ventas en los supermercados quedaron un 62,3 puntos porcentuales, por debajo del proceso inflacionario, por lo que se produjo una caída real del consumo.

En el caso de los comercios barriales, los propietarios de negocios se muestran optimistas a futuro. “La gente dejó de ir a los súper porque ahí todo es carísimo. Creemos que esta situación va a mejorar porque indicadores como el riesgo país, el dólar están mejor, aunque quizá tenemos que aguantar esta crisis tremenda un año más o quizá más”, coincidieron.

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