Autor/Fuente: lostiempos.com
Publicado: martes julio 31, 2018
Laura Manzaneda
En lo que va del año, la Gendarmería Nacional de Argentina ha incautado 3.500 kilos de cocaína, en los 300 kilómetros de frontera que tiene con Bolivia.
La sustancia ingresa en vehículos con doble fondo, a pie en mochilas o ingeridas por tragones, informó el director Antidrogas de la Gendarmería argentina, Raúl Contreras.
La droga es introducida a Argentina por clanes y organizaciones criminales que usan pasos en toda la frontera, pero los puntos más conflictivos son Bermejo, Villazón y Yacuiba.
“Los clanes y organizaciones que trafican cocaína, lamentablemente, se apoyan en personas muy necesitadas, de bajos recursos, para que realicen el traspaso de la droga de Bolivia a Argentina”, dijo Contreras.
El 17 de junio, tras una patrulla a pie en el límite internacional fronterizo de Salta con Bolivia, se detuvo a una mujer de pollera con más de 27 kilos de cocaína ocultos en dos tachos de plásticos y en un bolso, que circulaba en una vagoneta, indica la página web de la Gendarmería.
El Director Antidroga no precisó la cantidad de personas detenidas en la frontera, pero indicó que la gran mayoría son bolivianos y argentinos, les siguen peruanos y venezolanos.
La Gendarmería detiene permanentemente a gente en la frontera con Bolivia que pretende hacer pasar droga hacia Argentina.
“Lamentablemente, todos los días tenemos procedimientos antidroga positivos, con detenidos”, dijo Contreras.
LA DROGA TAMBIÉN ENTRA POR VÍA AÉREA
El director Antidrogas de la Gendarmería de Argentina, Raúl Contreras, indicó que la droga también ingresa a su país vía aérea mediante narconaves. Éstas aterrizan en lugares deshabitados para descargar la droga o la sueltan desde el aire, tipo bombardeo.
En 2016, el diario argentino La Nación publicó que el radar ubicado en las cercanías de la ciudad salteña de Tartagal reveló que unas 40 avionetas con droga ingresan cada mes desde Bolivia en forma irregular, lo que significa el ingreso de una narconave por día, que realiza su bombardeo de cocaína en la frontera norte.
DESTACAN EL TRABAJO COORDINADO CON BOLIVIA
El director Antidrogas de la Gendarmería de Argentina, Raúl Contreras, estuvo en el país por el aniversario de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), que se celebró el 24 de junio. En esa ocasión, destacó el trabajo coordinado que se realiza entre ambas instituciones para la lucha antidroga.
“Hay una cooperación permanente y completa entre ambas instituciones y la cooperación es totalmente coordinada. Hemos tenidos muchas actividades en conjuntos, eso nos facilita el trabajo”, dijo.
Explicó que el trabajo es amplio y duro debido a que los narcotraficantes se dan modos para burlar los controles y hacer pasar la droga.
“Las modalidades son de mula, ingerido, envainados en vehículos, a pie, en mochilas. Ellos tienen muchas formas para superar los controles, pero entre ambos países estamos incautando gran cantidad y deteniendo a los responsables”, indicó Corrales.
BOLIVIA SECUESTRÓ 38 NARCOAVIONETAS DESDE 2017 A LA FECHA
ANF
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó ayer que se secuestraron 38 narcoavionetas, con matrículas de distintos países, en operativos ejecutados desde 2017 a la fecha.
“En Bolivia, entre las gestiones 2017 y lo que va de 2018, tenemos 38 avionetas que han sido secuestradas, muchas de estas avionetas con matrículas de otros países, lo mismo sucede en Paraguay y Argentina”, dijo.
La autoridad remarcó que el secuestro de una avioneta con la matrícula de un determinado país no es para estigmatizar a dicho Estado con la ilícita actividad del narcotráfico. “El tema de las narcoavionetas es un problema de la región, no es sólo un problema de Bolivia”, sostuvo el Ministro después de que en las últimas semanas se difundieron varias informaciones en Perú y Brasil sobre el secuestro de narcoavionetas de matrícula boliviana.
Según Romero, ante el control en la vía fluvial y terrestre, los narcotraficantes se dan los modos para transportar la droga por la vía aérea utilizando tecnología de última generación.
Agregó que en Perú y Bolivia no hay, por el momento, un control efectivo del espacio aéreo, y aunque Brasil tiene 176 radares, los narcotraficantes buscando formas para eludir los controles.