Argentina: Cocaína rebajada con azúcar: condenaron a 9 años a un comerciante de Salvador Mazza

Autor/Fuente: none

Publicado: jueves agosto 21, 2025

El condenado fue identificado por su voz y vínculos con otros acusados. El dio órdenes al transportista. Afirman que la droga (136 entre 422 paquetes) era de baja calidad y el azúcar era para estafar a los carteles.

El Tribunal Oral Federal 1 de Salta condenó al comerciante de Salvador Mazza, Lucas Manuel Bonilla, a 9 años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes agravado, a partir de un peritaje de voz y de otros elementos. Se probó que era él quien le daba órdenes por teléfono a otros sujetos que fueron detenidos con un cargamento de 422 ladrillos de cocaína, que luego resultaron ser solo 136 kilos de cocaína, el resto era azúcar que estaba mezclada con droga de bajo porcentaje de pureza, afirmaron.

La sentencia fue dictada el 28 de julio pasado, luego de una trabajosa investigación y litigación en juicio de la Sede Fiscal Descentralizada de Tartagal, a cargo de la fiscal Lucía Orsetti.

El tribunal, integrado por Gabriela Catalano, Marcelo Juárez Almaraz y Marta Snopek, tuvo por acreditado que el conductor del camión donde se realizaba el transporte del estupefaciente -condenado a 4 años de prisión en febrero pasado en un acuerdo pleno- recibía los mensajes de Bonilla, a quien en su celular tenía agendado como “Frío”. El peritaje, que arrojó un 80 por ciento de coincidencia, “fue determinante como elemento probatorio eficaz para tener por acreditada la verdadera identidad de ‘Frío’ que es Lucas Manuel Bonilla”, sostuvo el tribunal.

Tal como fue acreditado en los procesos de juicio abreviado en los que fueron condenados otras tres personas en el mismo caso, el proceso que llegó a juicio oral se inició el 12 de mayo de 2024, luego de que una patrulla de Gendarmería Nacional acudió a la ruta 34, entre Embarcación y Pichanal, ante la denuncia de una automovilistas respecto de que un camionero realizaba maniobras riesgosas. Gendarmería dio con el conductor Walter Passarino, quien les informó que estaba allí, con el camión vacío, a la espera de una carga para dirigirse a Salvador Mazza.

Mientras revisaban la documentación supieron que Passarino registraba antecedentes en Santa Fe. Bajo la dirección del fiscal Marcos Romero, los gendarmes realizaron entonces una requisa profunda y advirtieron un fuerte olor a pintura en el sector de la baranda del chasis, junto a la cabina.

Debajo de la chapa había 422 paquetes, con un peso de 431 kilos, que en ese momento se creyó que era cocaína, tras la prueba de campo al azar en varios paquetes. Luego se determinó que se trataba de 136 kilos de esa sustancia y que el resto era azúcar. La sustancia tenía una pureza escasa del 3 al 46 por ciento.

En cosas de la droga, todo es relativo

La detención del cargamento se originó por una denuncia en la ruta y su descubrimiento fue -supuestamente- casi fortuito.

El estudio de la voz del fronterizo condenado arrojó una correspondencia mayor al 80 por ciento, que el tribunal consideró “determinante”. La fiscalía logró demostrar que dejaba el teléfono en su domicilio y que viajaba para utilizar los dispositivos de terceros.

El camión se hallaba vacío cuando se lo detuvo por un señalamiento de un tercero. El chofer tenía antecedentes penales y esperaba una carga en la zona norte. 

Unos arreglaron 4 y el de la voz se llevó 9

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